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En el post anterior me faltó comentar que fue cumpleaños de mi madre, espero que Dios la conserve por muchísimos años más, por cierto, ese día comimos una ensalada de pollo muy buena que ella hizo, debimos haberla hecho nosotras pero a ella le gusta ser así, por es la dejamos ser. Recibió muchos ramos ( de rosas y lirios <-- mis flores favoritas) y una que otra cartera, que le duran de 3 a 4 meses, así que nunca están de más.

Lo triste fue que a la mañana siguiente se dio cuenta que le habían robado su cartera en Galerias, una tienda departamental ubicada en el periférico de la ciudad, traía todas sus tarjetas de crédito y nos dimos a la tarea de cancelarlas todas, no fuera a ser la del chamuco, después de hacer algunas llamadas como que se tranquilizó pero no se le pasó el coraje y se fue a buscar la cartera con la esperanza de haberla olvidado en algún mostrador y que algún buen samaritano la hubiera recogido y se la hubiera guardado íntegra.

Pero como una hora después de que se fue, salí para recoger la basura y me encontré todas sus credenciales (incluidas las tarjetas, claro) y una libretita en una bolsa de plástico, alguien que se "quiso" ver honrado y digo quiso, porque si de verdad lo hubiera sido hubiera entregado la cartera con todo y el dinero, pero no fue así, por eso digo yo "¡que rata!".

Como aquella vez que pasaron en las noticias la historia de la persona que se encontró el maletín lleno de dinero y lo entregó íntegro, recuerdo que el presentador comentó que cómo era posible que hacer lo correcto (que fue lo que hizo la persona que regresó el maletín) fuera noticia, puesto que todos deberíamos hacer lo correcto y ese tipo de casos no debería sorprendernos.